La identidad musical del jazz es compleja y no pude ser delimitada con facilidad. En primer lugar, el jazz es en realidad una familia de géneros musicales que comparten características comunes, pero no representan individualmente la complejidad de género como un todo. En ocasiones se ha mostrado como paradigma del jazz la obra de músicos con más éxito comercial que los aficionados y al crítica han considerado subproductos alejados de la tradición.
Entre la gran variedad de estilos del jazz encontramos unospocos que podemos rastrear hasta el origen de éste, como serían el swing, el bebop, el gospel y el scat.
Entre la gran variedad de estilos del jazz encontramos unospocos que podemos rastrear hasta el origen de éste, como serían el swing, el bebop, el gospel y el scat.
El swing
El swing es un estilo de jazz que apareció en la época de la Gran Depresión en Estados Unidos, pero que se popularizó a inicios de los años 30 y continuó hasta mediados de los 40, llegando a conocerse esa última década como “La era del swing”. Este consistía en tocar el jazz con un ritmo sincopado, es decir, acentuando notas donde no se esperaba el acento o desplazándolas, generando así una sensación de aleatoriedad. Esta característica hacía del swing un estilo muy bailable y fue tocado, sobre todo, por las Big bands junto a un o una cantante.
Algunas de las bandas tocaban en el escenario con hasta 16 instrumentos y se referían a sí mismas como orquestas. Entre los músicos más destacados del swing jazz se encuentran Ella Fitzgerald, Benny Goodman, Chick Webb, Duke Ellington, Louis Armstrong, Billie Holiday, Benny Carter, Dizzy Gillespie, Nat King Cole, entre otros.
El bebop
En la década de 1940 algunos de los jóvenes músicos de jazz estaban frustrados por las limitaciones creativas que suponía tocar en una gran banda.
Por ello, artistas como Charlie Parker o Dizzy Gillespie decidieron romper con las normas y empezar a tocar con un grupo reducido de personas, con ritmos y tempos acelerados y furiosos, con secciones rítmicas individualizadas y con muchos solos individuales a menudo improvisados.
Este nuevo estilo fue conocido como bebop, e inicialmente sufrió un gran rechazo por la comunidad del jazz. Sin embargo, el nuevo estilo creado y la actitud de resistencia y rechazo hacia la música negra comercial hizo que los artistas de este estilo siguieran adelante pese a la adversidad.
El góspel
Otro movimiento musical en auge paralelamente al jazz es el góspel. Este estilo de música, original de los esclavos africanos llegados a las colonias del sur de Estados Unidos, tiene fuertes vínculos con la música tribal de sus países de origen, por lo que se conoce como los “espirituales negros”. El góspel viene de la palabra anglosajona “godspell” (palabra buena, evangelio), por lo que era una música utilizada para predicar la fe cristiana. A parte de la predicación, esta música era utilizada por los esclavos para comunicarse entre ellos en clave y poder llegar al “ferrocarril subterráneo”, nombre en clave del sistema de ayuda clandestina para salvar a estas personas de la esclavitud.
En los años 30 del siglo XX esta música, se puso muy de moda, y conocidos músicos de jazz como Louis Armstrong, Duke Ellington o Mary Lou Williams hacían colaboraciones con músicos de góspel.
El Scat: “doo-yah-dah-dah-dit-dip-bah!”
El scat o scat singing es una técnica de improvisación vocal que se introdujo en el jazz a mediados de los años 20 y ganó popularidad a causa de la canción “Heebie Jeebies” de Louis Armstrong, donde utiliza este estilo. Consiste en reproducir los sonidos instrumentales con la voz, pronunciando sílabas que no tienen otro sentido más que el de configurar melodías que aporten al momento musical.
Armstrong, considerado uno de los mejores músicos de jazz, comentó que durante la grabación de aquella canción, se le cayeron las hojas con la letra justo en el momento en el que debía cantar, motivo por el cual tuvo que improvisar para no detener la grabación. Esto hace de “Heebie Jeebies” la primera grabación comercial donde se puede identificar esta técnica. Otras figuras importantes que practicaron el scat singing fueron Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan, que llegaron a manipular la técnica de formas distintas, convirtiéndola en una expresión relevante y dinámica dentro de la música jazz.
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