Mary Lou Williams

Formada con la música clásica europea, Mary Lou Williams se convirtió en una de las mejores pianistas que ha tenido el jazz. Fue multifacética: tocaba el piano, era arreglista y compositora, todo esto dentro de múltiples estilos, desde el bebop hasta el free pasando por swing.
Fueron muchos los problemas a los que tuvo que hacer frente dentro un mundo puramente masculino pero siempre dijo que no había pensado mucho en el hecho de ser mujer, lo importante era pensar en la música. Criada en Pittsburg, allí conoció de primera mano el mundo de jazz y en 1926 debutó en Chicago con la orquestra dirigida por su esposo John Williams con el nombre de Mary Burleigh.
Durante los siguientes tres años tocó para esta banda a la vez que trabajaba esporádicamente para Andy Kirk. Al principio su finalidad era ser la chofer y solo le permitían subir al escenario si el público se comenzaba a aburrir. Fue después de salvar al grupo de números fracasos que se convirtió en músico de pleno derecho.
Tocó con Kirk hasta 1929 para después debutaren solitario con la banda Twele Cloud of Joy, con quien tocaba el piano e hizo a la vez de arreglista durante doce años. Durante estos años consiguí  ser reconocida dentro del círculo privado musical como arreglista y compositora y compuso canciones para varios músicos entre los que se encontraban Earl Hines y Louis Armstrong. Aún así, no fue hasta finales de los 40 hasta que empezó a firmar sus composiciones. 
En 1945 creó su disco más reconocido The Zodiac Suite. Aún así tuvo muchos problemas con las discográficas. En 1949 compuso “In The land of Oo Bla Dee”, una obra maestra que no llegó a despegar porque tuvo problemas para presentarla. Migró a Europa, donde comenzó una serie de giras y trabajo para varias revistas. 
Durante los años 50 dejaría de lado su faceta de pianista y compositora dentro del jazz para dedicarse en exclusiva a la religión, a la beneficencia y a la ayuda con drogodependientes. No fue hasta pasados unos que decidió volver, pero para ese entonces había sido prácticamente olvidada. Pasó de ser uno de los personajes más influyentes dentro de jazz a no ser reconocida por el público.
Compuso sobre todo música religiosa, especialmente para hacerla sonar en misas e, incluso, llegó a componer para el Vaticano. En los últimos años de su vida cosechó algún que otro éxito, como los que obtuvo con sus dos últimos discos My momma pinned a rose on me y Free Spirits. Falleció en 1981 rodeada de sus amigos y de su música.

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