Eleanora Fagan Gough, más conocida como Billie Holiday y apodada como Lady Day, nació en Filadelfia en 1915 y fue una cantante estadounidense de jazz, considerada una de las tres voces femeninas más importantes e influyentes de este género musical, junto con Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald.
Su madre, Sadie Fagan, la tuvo con tan solo 13 años mientras que su padre, Clarance Holiday, guitarrista y bajista de jazz quinceañero de la orquesta de Fletcher Henderson,las abandonó. A los 10 años, tras admitir haber sido violada, fue aceptada en una escuela católica y estuvo en ella hasta los 12 años, cuando consiguió escapar gracia a un amigo de la familia. Se pasó los siguientes años viviendo por numerosas ciudades, principalmente Nueva Jersey y Brooklyn, donde se vio obligada a ejercer la prostitución.
Comenzó en la música en 1929, trabajando en distintos clubs nocturnos de Harlem. No tuvo ningún tipo de educación musical pero su peculiar voz la hizo una participante activa de varios espectáculos. Fue ya en 1932 cuando grabó su primer tema gracias al productor John Hammond y con la ayuda del grupo de Benny Goodman. Su debut fue el 27 de noviembre de 1933 y tres años más tarde empezaría una colaboración con Lester Young, de quien se convertiría en inseparable. Fue él quien le dio su apodo de "Lady Day" mientras que ella lo apodaría a él "The Prez".
En sus últimos años la cantante tuvo un gran problema de adicción a drogas psicoactivas y de alcoholismo. Fumaba marihuana desde los 13 años, pero lo que acabó con ella fue la adicción a la heroína.
Carrera musical
Después de su gran debut dentro de la música, trabajó con el estado de Columbia desde 1933 hasta 1935 para pasar a trabajar con Bruinswick y Vocalion. Trabajó con Ben Webster, Roy Eldridge o Jonah Jones. De esta etapa destacan los temas "If You Were Mine", "These Foolish Things", "My Last Affair (Thisis)", "I Can't Get Started" y "Night and Day", este último una terrible representación de los linchamientos y el acoso que sufrían los negros en los estados sureños de los Estados Unidos.
En 1928, Artie Shaw la invitó a ponerse al frente de su orquesta, convirtiéndola en la primera mujer negra trabajando en una orquesta de hombres blancos.
En 1999, la revista Times galardonaría esta canción como el mejor tema del siglo XX. Para el final de su carrera Billie Holiday consiguió seis Grammys y otros cuatro a título póstumo, todo tipo de honores de revistas especializadas, "Hall of Fame's" y diversos homenajes.
A parte de Frank Sinatra, Billie tuvo influencia e inspiró a cantantes como Janis Joplin, Nina Simone, Mariah Carey y Amy Winehouse. Finalmente, la repercusión de la artista llegó también a la gran pantalla, siendo interpretada por Diana Ross en la película Lady Sings the Blues (El Ocaso de una Estrella), basada en la autobiografía de la cantante y que obtuvo cinco nominaciones a los Oscar.
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